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Marisa ‘la del Cazador’ necesita poca presentación, tras cuatro décadas al frente de uno de los bares con más historia y más historias de Lena. Ayer, domingo 21 de abril, cerca de medio centenar de personas se dieron cita para darle un sentido homenaje. Disfrutaron de una comida y una posterior tarde de baile amenizada por el DJ Juanpy.
Era un homenaje sorpresa, Marisa no sabía el verdadero motivo de acudir este domingo a Casa Ángel, en Espineo. Nos confiesa que «cuando supe que veníamos aquí le dije a mi hijo, Gabriel, te hubiera dicho que encargáramos una paella, que aquí las hacen muy ricas…» antes de saber que decenas de personas le esperaban «esto fue una sorpresa que yo pensé que me iba a desmayar, no lo podía creer».
Marisa recibió ayer una muestra de cariño, «yo durante 40 años también les di mucho cariño a todos, fueron 40 años día tras día, la verdad que para mi son una familia«. Con ese carácter y personalidad tan propio de Marisa, en declaraciones a cámara Marisa nos afirma que de todas las amistades creadas en esos 40 años «las conservo todas… ¡quitando una!, una que seguramente me verá que sabe de sobra quién es«, confiesa provocando las risas de los presentes.
La crisis del Covid19 se llevo muchas cosas, y entre ellas, a Marisa al frente de El Cazador. «Si no hubiera sido por la pandemia, yo seguiría con El Cazador, lo que pasa que aquello era abrir, cerrar, cerrar y abrir y yo digo, que va, pero yo pensaba estar hasta que me llevaran en la caja para el cementerio, yo pensaba estar allí hasta los 90 años», nos explica.
Tras 40 años detrás de la barra, Marisa recuerda a sus clientes como «majísimos y maravillosos«, a la vez que, antes de volver a provocar las risas de los presentes, afirma «es más, al que me caía mal yo le echaba«. Marisa lamenta que, aunque a la mayoría de clientes les volvió a ver, hay algunos que no, como al hijo de Macario el de ‘elZinc’, al que le manda un recuerdo a la vez que rememora «hubo un día que entro con otro, me puso colorada porque dijo él ‘aquí vas a comer la mejor tortilla de Europa’, y yo le dije, por dios no digas eso que me da mucha vergüenza».
Ahora ‘El Cazador’ esta en manos de la pareja de su hija, por lo que Marisa es asidua a ‘El Cazador’, «cuando voy me entra un gusanillo, estoy pendiente de uno y de otro, todavía un día le dije a la camarera que a fulana ni le sirviera, y mi hija me riño, me dice mama este bar no es tuyo ahora«.
Tras recuperarse de un problema de salud, Marisa se alegra de ver a los que fueron sus clientes «me alegro mucho de verles porque bien pensé que no les volvería a ver jamás de la vida, estuve un poquitín más allá que acá, pero la verdad que luche luche y aquí estamos» afirma, para añidir «para seguir dando guerra a cierta persona«.
Marisa aprovecha la entrevista para «dar las gracias a todo el mundo que me acompaño, a todo el mundo de Pola de Lena que pregunto día tras día o a mi hermana, a mi sobrina o a Chema que como lo llevaba en el hospital, me sentí muy querida porque yo quiero a casi todos los de La Pola, quitando a una eh».
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