En un clima en el que se suceden las críticas tras la instalación de sistemas como los foto-stop o las cámaras de control de acceso, así como la supresión de plazas de aparcamiento, en el Barrio de La Caleya un grupo de vecinos se han puesto en contacto con nuestra redacción para trasladar su posicionamiento a favor de la cámara instalada a la entrada por la calle Bernardo Aza que controla el acceso de los no autorizados a su barrio.
Según exponen en la carta, se encuentran a favor del sistema «porque pese a que una señal prohibía ya la entrada a los no autorizados, nadie la respetaba» asegurando que «eran muchos los que bajaban de La Cobertoria, de los pueblos del valle o de la residencia y, en lugar de bajar por Grande Covián o Arzobispo Blanco, decidían atajar por nuestro barrio, pese a la prohibición«.

Defienden, en primer lugar, la restricción que, pese a «no ser respetada«, ya estaba vigente, limitando el tráfico en el interior de sus calles a los vehículos autorizados. «Nuestras calles son estrechas, sin aceras, sin apenas posibilidad de aparcar, donde no se cruzan dos coches… las condiciones hacen necesaria esa peatonalización limitando el acceso solo a residentes y autorizados, para empezar, por una cuestión de seguridad«.
Derivado de lo anterior, y de «que todos los días coches se saltaban la señal que prohibía el acceso a los no residentes» defienden la implementación del nuevo sistema con cámara que controla el acceso «para que, de una vez por todas, se comience a respetar las características del barrio, que no tiene unas calles aptas para ser un atajo según bajas de La Cobertoria«, zanjan.
