El Ayuntamiento de Lena es uno de los 54 municipios asturianos que ayer firmaron el Pacto por la Salud Mental en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma), en un acto presidido por Adrián Barbón, presidente del Principado.
Durante su intervención, Barbón destacó los avances logrados en los últimos años: “Hemos logrado situar la salud mental en el foco político y social. Hemos conseguido que deje de ser un tema tabú y que forme parte de la conversación pública”.
El jefe del Ejecutivo autonómico anunció que el borrador de la nueva Ley de Salud Mental se presentará a finales de año, tras la aprobación del Plan de Salud Mental 2023-2030 y la constitución del Foro por la Salud Mental.
El pacto, suscrito también por un centenar de entidades públicas y privadas, pone el bienestar emocional de la ciudadanía en el centro de las políticas públicas y reconoce los plenos derechos de las personas con discapacidad psicosocial.
Las organizaciones firmantes del pacto se comprometen a asumir como propios y aplicar los siguientes valores en su actividad cotidiana:
- Reconocer en la persona con discapacidad psicosocial a una persona con plenos derechos.
- Evitar que los intereses de una sola parte dominen sobre los de los demás y centrar la atención en los de las personas con sufrimiento psicosocial.
- Dado que no existe un enfoque único sobre salud mental, hacer uso sistemático de la prudencia, la humildad y la honradez.
- Prestar atención a los prejuicios propios y ajenos sobre las personas con trastorno mental para superarlos.
- Comprender que mejorar la sociedad es mejorar la salud y, por ende, la salud mental.
- Asumir que en determinadas ocasiones, vivir duele y trabajar cansa, es decir, que la vida implica cierto grado de sufrimiento evitable.
- Reconocer la importancia de la información, los sistemas de información y la evaluación de las acciones que se desarrollen, teniendo siempre presente el respeto a la privacidad y la confidencialidad.
- Asumir que todas las personas, colectivos e instituciones somos a la vez parte del problema y de la solución en lo que tiene que ver con la salud mental de personas y colectivos.
- Reconocer que la diversidad no es una patología.
- La importancia de los contextos en los que nos desarrollamos implica que no hay abordaje de calidad que no sea integral.